Por momentos la esfera declina
y engancha letanías
que más que distantes
son el espejo de un viejo animal
que emplumado baila sobre el límite de los vientos
y se acerca amenazante a llevarme a su guarida.
Veo que más que separarme
soy destino de su mente.
Acá
en los confines de las nubes
me develo emplumado
y veo resuelto el sacrificio.
Por: Naxas Narat
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